lunes, 3 de agosto de 2009

Estandarización del color según ISO 12647-2

La producción impresa también se está viendo afectada por la globalización y, cada vez más, se incrementa el volumen de impresos que traspasan fronteras y se realizan de manera deslocalizada; lo que, por otra parte, exige una unificación de criterios para la reproducción del color que asegure un mismo resultado impreso. El Estándar ISO 12647 permite, precisamente, homogeneizar dichos criterios y asegurar una correspondencia de color entre pruebas e impresos de producción, así como entre distintos talleres de impresión.
Cada vez más, multinacionales y grandes compañías del área de la publicidad y comunicación, grupos editoriales y grandes consumidores de packaging y de distintos productos gráficos, realizan pedidos de manera deslocalizada. Un mismo diseño, un mismo archivo, que se imprime en distintas empresas de servicios de impresión para atender a la demanda puntual en esa zona; o bien, atendiendo a las reglas del libre mercado y a las actuales facilidades en las comunicaciones que permiten intercambio de información en tiempo real y entregas de pedidos en 24 ó 48 horas, permiten ampliar la oferta de contratación de grandes volúmenes de impresos atendiendo a costes y calidad entre países que hasta ahora no eran, ni siquiera, considerados.
En los últimos años se está pudiendo observar cómo el efecto de la globalización está empezando a afectar, por tanto, a la producción impresa y, si bien, el grueso de la facturación de la industria gráfica española atiende a una producción local, se está comenzando a exportar impresos a otros países europeos como Inglaterra, Alemania y Francia.
Ahora bien, es necesario asegurar un mismo resultado de color entre los distintos impresores ya que el producto gráfico requiere una uniformidad en sus acabados independientemente de dónde haya sido impreso. Por este motivo, el cliente, cada vez más, solicita al impresor el cumplimiento de unas especificaciones técnicas comúnmente aceptadas o estandarizadas.

La estandarización del color

El éxito de la estandarización del color pasa por conocer qué aspectos regulan dichos estándares y qué implicaciones conllevan para el impresor y para el resto de agentes implicados en la cadena de producción.
La estandarización del color no significa que todo deba ser uniforme, es decir, no implica que sólo se puedan utilizar los mismos materiales y componentes: mismas máquinas, planchas, mantillas, soportes o tintas, para conseguir un mismo resultado de color. La estandarización significa que se deben considerar ciertas especificaciones como por ejemplo aquellas concernientes a la transferencia del valor tonal (ganancia de punto), y a las características de soportes y tintas empleados tanto en pruebas como en producción, con independencia de los dispositivos, maquinaria y materiales empleados.
Existen distintas recomendaciones de impresión que establecen especificaciones técnicas y consideraciones a seguir para la reproducción del color en impresión como son Gracol, SWOP, Eurostandard System Brunner, etc., que provienen de distintas asociaciones o empresas privadas. Si bien, las únicas especificaciones técnicas que tiene carácter de estándar internacional corresponden a la norma ISO 12647 en sus distintas versiones.

El estándar ISO 12647 establece unas especificaciones técnicas y un rango de tolerancias que permite la obtención de un mismo resultado de color con independencia de quien lo imprima.

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